El Eurostoxx perdió al cierre la directriz que le guiaba desde mayo con una vela fea y de una manera más fea aún.
Por la mañana forzaban al alza, en una clara maniobra de despiste, para desde bien arriba sacudirle 120 puntos a la baja y cerrar con una vela negra de cuerpo real bastante grande y con sombras relativamente largas tanto por arriba como por abajo. Los 2775 quedan ahora como resistencia y los 2650 como soporte.
Aunque pueda hacer un pull-back a la directriz rota, parece que el objetivo por abajo estará como poco en los 2575 puntos, con el siguiente soporte en los 2500.
El volumen en el día ha sido grande comparado con los días previos, lo que refuerza el escenario bajista.
