Me ha gustado mucho el comentario en Euribor.com.es, Recordando a Mises, y es que, salvando las distancias, en cierto modo me he visto reflejado.
Llevaba tiempo comentando con familiares y amigos que la situación era muy mala y que si no se hacía nada tarde o temprano vendría otra crisis.
Coincido con Agustín López Selfa, de Radar Market al pensar que esta es una crisis de diseño en la que la gran banca lanzó un all-in como en el poker y, al ver que el adversario (los estados) se han acojonado y les ha salido bien ahora no van a parar hasta quedarse con las fichas de todo el mundo.
La crisis, con rebote del 100% o sin él, siempre ha estado ahí y ahí continúa. Por mucho que se tape una montaña de mierda con flores seguirá oliendo mal, y en el caso de la crisis tapar deuda emitiendo más deuda no podía llevar a nada bueno.
Lo curioso es que los mismos que proclamaban que los Estados se tenían que endeudar para rescatar a la banca e inyectar dinero en el sistema son los que ahora exigen recortes porque el gasto es excesivo, ¿en qué quedamos?, ¿o es que los Estados han picado como pardillos en la jugada?.
Volviendo al artículo de Euribor.com.es, me ha gustado especialmente este párrafo:
Los años 20 estuvieron marcados por una nueva era del sistema de la Reserva Federal, en el que se promovió la expansión del crédito inflacionario y con él una prosperidad permanente. Lamentablemente, el pobre Ludwig, tachado de pesimista en la época, estaba prácticamente solo al avisar de la llegada del derrumbamiento económico como consecuencia de esta expansión del crédito. A mediados de 1929, se obstinó en rechazar una oferta de trabajo lucrativa del banco vienés Kreditanstalt, para disgusto de su prometida, proclamando que una gran caída estaba próxima y que no quería que su nombre se viera involucrado en modo alguno con ello. Esto es algo que también se repite cíclicamente, el que en plena euforia de los mercados intenta poner un poco de sensatez se le tacha de agorero.
Y es que yo me he sentido de esa manera hace bien poco, cuando estando participando en otro blog se me tachó de agorero, cenizo, bajista y demás lindezas solo por pensar distinto de ciertas personas.
Al menos eso sirvió para que me fuera de allí y pusiera mi propio blog, así que eso que hemos salido ganando todos.
No se si al final conseguirán controlar la situación a última hora, como en la guerra de los misiles en Cuba, pero a día de hoy parece difícil tal cual se están haciendo las cosas.
Si a todos los «bajistas» de España, los que comentan y los que no comentan nada en ninguna web o blog nos diera por ir a reunirnos a alguna parte, nos tendríamos que reunir en Tiananmen, Pekín, China. 440.000 metros2 (880 x 550 metros), y me temo que estaríamos muy apretujados.
Saludos
Son 484.000 metros, pero seguiríamos muy apretujados… 🙂
Salu2.
Hola Javier, que razón tenía el bueno Ludwig. Como tú, participé activamente en ese blog, y como te pasó a ti fui tachado por los talibanes siempre-alcistas que lo habitan, de agorero, bajista recalcitrante y ser maligno que quiere romper el mundo de matrix en que nos han sumergido los Grennspan, Bernanke y cía apoyándose en el sistema de reserva fraccionaria y la expansión crediticia y monentaria descontrolada, causante de las continuas burbujas y desastres económicos de los últimos años. El proceso es muy sencillo y ya lo expliqué en su momento convenientemente: las fantasías de aquéllos que en la primavera del 2009, cegados en su avaricia, confundían crisis cíclicas con crisis sistémicas, y supervueltas en V con un simple rebote gracias a la liquidez impostada por los Bancos Centrales dentro de un mercado bajista de largo plazo, se quedan hoy en eso, en simples fantasías, y probablemente mañana en sonrojo propio para más de uno. Ya sabes lo que pienso. Hay que purgar todos los excesos acumulados de un sistema obeso en el que hemos vivido muy por encima de nuestras posibilidades reales a cuenta de adelantar producciones futuras e hipotecar generaciones futuras con un consumo y derroche de recursos inaguantable. Hay dos vías para afrontar el problema: una, ajustar, ir de frente, ser honestos, apretarse el cinturón, rebajar considerablemente los privilegios y el nivel desenfrenado de bienestar artificial adquirido. Se trata de desapalancarse, evitar la creación descontrolada de dinero mediante el uso y abuso del crédito artificial, utilizarlo para dar apoyo a la economía productiva y no a la especulativa, eliminar el sistema de reserva fraccionaria que tanto daño ha hecho y volver al patrón oro. Tendremos una economía menos fastuosa, pero más real, ajustada a la capacidad productiva real y que evitará los continuos desastres económicos en forma de burbujas cíclicas que terminan en crisis sistémicas y, finalmente, en colpaso económico. Esta opción es dura, directa, de efecto inmediato para la sufrida ciudadanía, pero conseguiría purgar y hacer limpieza rápida en el sistema y lo prepararía para una salida limpia empezando de cero. La segunda opción es la americana, o sea ganar tiempo, perpetuar la gran mentira, narcotizar al pueblo con una muerte dulce, lenta y menos dolorosa a corto plazo, pero implacable en su desarrollo y con un final terrible abocado al colapso económico. Evidentemente, me refiero a las políticas pro-inflacionistas llevadas a cabo en los últimos años con especial virulencia, destinadas a no asumir errores ni responsabilidades respecto a un modelo de crecimiento abusivo e insostenible en el tiempo. Se fabrican billetes de la nada, se engulle en gran parte la deuda, deuda que respalda más deuda, dando como resultado el envilecimiento brutal de un papel moneda convertido en papel basura y una población crecientemente empobrecida y esclava al crédito. Es en lo que nos han convertido con este tipo de políticas absurdas. Antes preguntabas a la gente cuanto tenía ahorrado; ahora les tienes que preguntar cuánto deben al banco. He venido hablando desde el 2009 de lo que iba a suponer una crisis sistémica de larga duración, y cuya purga asociada y pendiente en forma de segunda pata bajista que diese continuidad a la primera provocada por el colpaso financiero y que sirviese como cura de desapalancamiento masivo dentro de un sistema completamente inflado artificialmente y que se ha venido demorando por la lógica contrareacción de unas autoridades temerosas a aplicar medidas de choque y de corte directo, que supusiesen recortes drásticos en la pérdida del Estado del Bienestar de la ciudadanía, es ya una pura realidad. Irremediable, irreversible, reconocida por todos, incluso por aquéllos que hasta hace nada se negaban a admitir la resaca impepinable a una borrachera de años de dimensiones estratosféricas. No todos los países tienen este problema. Pero sabemos que USA, G.Bretaña, los países mediterráneos y algunos del Este de Europa, tienen un endeudamiento privado+público respecto al PIB escalofriante e insostenible. Y su caída puede arrastrar a aquellos países ahorradores, fiscalmente responsables como Alemania, que teniendo balances en superávit y saneados, son acreedores y tenedores de deuda de éstos. Por Elliott y por macro, no tengo dudas: el Ibex caerá irremediablemente a los 5200 puntos como mínimo, víctima del peaje a pagar en forma de durísimo ajuste por un país víctima de sus propios excesos y de la orgía de liquidez que produjo la entrada en el Euro. El resto de Europa vendrá después y luego vendrá EEUU. La monetización salvaje llevada a cabo por Bernanke, sólo servirá para retrasar y agravar el colapso económico que ya parece inevitable en ese país. Pretender solucionar una gran burbuja generada por deuda, emitiendo masivamente más deuda, sólo puede llevar al desastre más absoluto. El S&P conforme a la inflación acumulada desde el 2009, está un 50% sobrevalorado. Lo peor es que semejante masa monetaria puede descontrolarse en cualquier momento generando una hiperinflación devastadora. Allí habrá segunda pata bajista devastadora, como aquí, y no vuelta en super v, para sonrojo y escarnio de más de uno que se pasó de listo. La purga se podrá retrasar, pero jamás la podrán evitar, además agravada por todas las manipulaciones a que sido sometido el mercado durante estos tres años largos ya de crisis.
Buenas noches.
Hola de libro.
Ya sabes que coincido contigo en la idea de base, lo que me da miedo es lo que se puedan sacar de la manga por el camino…
Gracias por la visita, a ver si te prodigas más y pones algún comentario más, aunque sea más escueto de solo 2000 palabras… 🙂
Un abrazo.