Mi plan de pensiones (y III). Consideraciones finales.

Termino esta serie de artículos sobre mi plan de pensiones casero con los pros y los contras de la estrategia explicada en los dos artículos anteriores y algunas consideraciones más.

En 24 años (en mi caso) pueden pasar muchas cosas, así que vamos a repasar algunas que se me ocurren de lo que puede ir bien o mal. En principio, creo que lo mejor para esta estrategia pensando en la jubilación sería que se mantuviera en un rango lateral los primeros años, lo que nos permitiría ir comprando en las correcciones a precios bajos y acumulando más acciones al principio. Eso haría que tuviéramos pronto bastantes acciones y que en las ampliaciones liberadas nos dieran más por el mismo dinero. Si cerca de nuestra jubilación coincidiera un mercado alcista que además subiera el precio ya sería la repera.

Cosas que pueden salir mal:

• Estancamiento  indefinido del sector constructor. En este escenario la acción seguiría en  lateral, sin gran interés de las manos fuertes y “aburrida”. Esto tampoco es demasiado malo en los primeros años por lo que veremos más adelante.
• Deterioro de la rama de mantenimientos por entrada de competidores o sustitución de  sus equipos por los de otras marcas. Haría caer su negocio lentamente, al igual que el beneficio.
• Caída del beneficio por otras causas. Este punto se está dando actualmente en los últimos trimestres, aunque confío en que tenga un suelo cercano debido a que ya ha sufrido la parte más fuerte del deterioro de su negocio. Consideraría aceptable una caída del beneficio hasta los 0.08-0.09 euros.
• Que la revalorización de la acción sea fuerte a los pocos años de empezar y la rentabilidad por dividendo baje considerablemente. Esto en realidad no es malo para la inversión ya hecha, pero hace que el nuevo dinero tenga una rentabilidad menor. Se puede valorar ir haciendo las aportaciones (además es lo más recomendable) en la acción más interesante a largo plazo en cada momento, es decir, si en 2013 es más interesante poner el dinero en Abertis (o en otra acción que hayamos filtrado), lo ponemos en la que más nos interese ese año y así diversificamos la cartera y no tenemos todos los huevos en la misma cesta.

Cosas que pueden salir bien:

• Que se empiece a recuperar el sector de la construcción en los próximos 5-10  años, de manera que se vería muy favorecido su negocio, lo que incrementaría el precio de las acciones y los dividendos a cobrar.
• Una OPA antes de que nos jubilemos. En tantos años no es descartable y lo normal sería que nos embolsáramos una fuerte prima respecto al precio antes de la OPA.
• Mejora del entorno económico y crecimiento de beneficios. A partir de la mitad de la tabla ya se acumulan bastantes acciones, lo que puede dar un fuerte crecimiento al beneficio final por la vía de los dividendos.
• Inicio de un mercado alcista de largo plazo. Aunque ahora esté todo muy mal, espero ver un mercado alcista de ciclo antes de jubilarme, lo que podría dar una fuerte plusvalía por la revalorización de las acciones, sobre todo de las primeras compradas.
• Entrada en el Ibex35, con lo que conlleva de compra de acciones por los fondos que replican índices. Esta también es bastante probable en el futuro, de hecho esta empresa ya estuvo en el Ibex en el pasado. Ni que decir tiene que sería positivo para la acción al darla más visibilidad y liquidez.

Algunos beneficios más que tiene esta estrategia para ir terminando:

• Ahorro en comisiones, ya que la compra de las acciones debería suponer menos que la gestión cobrada por un gestor de fondos.
• Liquidez inmediata. Si se necesita dinero, basta con ir al mercado y vender lo que se necesite, aunque hay que tener en cuenta que por el camino la acción puede estar en minusvalías y tener que vender en un momento poco favorable.
• Con la legislación actual, los 1500 primeros euros de beneficio por dividendos están exentos de tributar, por lo que nos tendrán que devolver en la declaración de la renta los importes retenidos hasta que no superemos esa cifra. Si las acciones están en una cuenta conjunta con el cónyuge no pagaremos hasta que se superen los 3000 euros en dividendos (1500 de cada uno).
• Una parte creciente cada año de la aportación al fondo se hace con los dividendos cobrados, de modo que a partir del decimoquinto año (en el ejemplo, en la realidad puede ser antes o después) el saldo es positivo y nos deja incluso una renta anual.
• El rescate se puede hacer al gusto de las necesidades de cada uno vendiendo lo que consideremos oportuno para complementar nuestra jubilación. En caso de rescate total de las aportaciones (venta de todas las acciones), creo que a día de hoy es más favorable que el rescate en un único pago de un plan de pensiones (si esto no es así, acepto correcciones o aclaraciones).
• Si se mantiene la política de retribución al accionista y rescatamos parcialmente, el resto de acciones nos seguirán dando un jugoso dividendo y nuevas acciones que aumentarán el beneficio reflejado en las tablas.

Termino recordando que esto es un blog y lo expuesto una opinión personal, fruto de mi análisis, que estoy poniendo en práctica y que puede salir bien o mal según el comportamiento que tenga la acción en cuestión. Por el camino pueden pasar muchas cosas y actuaré en consecuencia, así que si alguien se anima a “copiar” la idea y le sale bien me alegraré por él y si le sale mal recordarle que fue una decisión suya la que le llevó ahí.

Artículos relacionados:

Mi plan de pensiones (I). La idea inicial.

Mi plan de pensiones (II). Desarrollando el plan.