¿Peligro cercano?

Llevo unos días viendo que el Eurostoxx, a pesar de estar en verano y con un volumen inferior a lo habitual, vuelve a tener casi todas las posiciones con más de 1500 contratos como se puede ver en la siguiente captura hecha a las 17:30 más o menos de hoy (ha estado igual o parecido el resto del día).

Profundidad de mercado del Eurostoxx

La última vez que vi este comportamiento de forma tan acusada fue cerca de los máximos previos al techo de 2007. Entonces creo recordar que se lo comenté en un correo como anécdota a J.L. Cárpatos, comentándole que veía mucha euforia y que parecía que estaban todos con el «compren, compren que se acaban…».

He intentado buscar el correo pero cambié de equipo entremedias y lo he perdido, una pena porque me hubiera gustado releerlo.

De mi experiencia personal, he observado que en mercados normales las posiciones del Eurostoxx suelen ser de menos de 1000 contratos (ligeramente por debajo de 1000) excepto en las resistencias y soportes, donde aparece más papel y se ven zonas con entre 1000 y 3000 contratos, a veces más, pero raramente.

En los techos de mercado, parece que todo el mundo quiera participar de la fiesta y se ven las posiciones como arriba, acumulando muchos contratos en cada punto (más aún en soportes y resistencias). Luego, si llegan caídas duras o una tendencia bajista fuerte, el volumen desaparece y las posiciones acumulan muchas veces menos de 500 contratos por posición, a veces mucho menos, 200-300, con solo paquetes pasando de 1000 en resistencias y soportes relevantes. La limpieza del mercado echa a los que se apuntaron a última hora, que escaldados se alejan de las bolsas hasta la siguiente fase de euforia (la de «pitas, pitas, pitas», que dice Javier Alfayate en su libro «Enséñame la pasta», que me estoy leyendo ahora aprovechando las vacaciones).

No quiero decir con esto que vayamos a girar a la baja de inmediato, en 2007 lo estuve viendo meses antes de que las bolsas se giraran, pero si que habrá que empezar a llevar cuidado por si están distribuyendo cerca de un techo. El mercado actual me recuerda mucho a lo que vivimos entre mediados de 2010 y febrero de 2011, con subidas solapando (por onda de Elliott si solapan es que no son impulsivas y todo lo que no es impulsivo es correctivo) que parecían no tener fin hasta que llegó el susto. Veremos en los próximos meses si se vuelve a la normalidad o si nos dan alguna sorpresa para bajar el ánimo a todos ante la euforia reinante los últimos meses.

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